sábado, noviembre 21, 2009

Era la azul o la roja??

Bienvenidos a la maravillosa (como diría el indio del Gourmet) época de delirios de migue, Como todo los años llevada a usted por el subconsciente no freudiano de migue (si existes los fluidos no newtonianos existe el subconsciente no freudiano y punto), llegan los parciales, finales y todas esas cosas y el en ves de estudiar se hace el poeta y escribe gansadas, ¿será buscando excusas para no estudiar?

-No para nada (respondió Tobías interrumpiendo al locutor dentro de mi cabeza).

A cierto ustedes no lo conocen a Tobías, el es un duendecito azul encargado de preparar un té mágico especialmente para mi. Le pago con pelusas del ombligo las cuales son su comida preferida.

Bueno pero vasta de esto dejemos al locutor hacer su trabajo.

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Bue párese que el locutor se fue, así que voy a seguir yo nomás. Mmmm bueno el locutor se llevo su carpeta así que no se que tengo que decir (se me ocurrió el chiste de les Luthiers, del que el locutor no tiene las hojas pero no lo hago por malo que soy), bueno les voy a contar la historia de Sancho el asistente del que arregla los teléfonos en el supermercado.

Sancho nació a las afueras de Primero de Mayo un pueblito de Entre Ríos, el siempre aspiro, muchas cosas, pero principalmente a ser pintor de sótanos, pero se encontró con el problemita de que nadie quería que se los pinte, así que cambio rápidamente de aspiraciones y en uno de sus delirios místicos encontró a un duendecito llamado Tobías el cual era de una colonia inglesa llamada Oficinalis, colonia muy aromática. El duendecito se dedicaba a criar hipopótamos para la CIA. pero un día se canso de que lo pisen y vendió su establo a una joven apasionada por las charquitos, ella se encargo del negocio asta que un día se equivoco y en ves de chapotear uno de sus tan queridos y cuidados charquitos, lo izo en el bebedero de Roberto el hipopótamo abeto, raza muy rara de hipopótamo cruza con arbolito de navidad, y bue se la comió por equivocación. El hipopótamo avasallado por la culpa se exilio a un yoping donde actualmente trabaja vendiendo arbolitos de navidad.

Pero que hermosa y bien redactada historia les conté, ¿se dieron cuenta como he aprendido en las clases de Comunicación Oral y Escrita?, como decía mi Prof. luego de hablarnos de Zulma Lobato, -“las historias tienen que tener: comienzo, desenlace y final”, y obviamente este cuentito que les eh contado lo tiene ¿o no?