Llega un momento en que uno se cansa de la hipocresía y empieza a reclamar sobre ella convirtiéndose en un hipócrita mayor, olvidando los principios y solo dejando la angustia y resignación como motor de la disertación.
La verdad que me doy lastima, no logro ser imparcial siquiera con mis ideales, el odio me absorbe. Creo ideas mal intencionadas que no comprendo ni lo quiero. Claramente armas destructivas persiguiendo un único fin de dañar, no invitan al aprendizaje, solo carcomen todo lo que las rodea dejando un vació inaguantable que obliga a este interlocutor a seguir pensando aun mas estupideces.
Obviamente mi falta de modestia me permite pensar sin cesar, sin sentir culpa.
Destruir es fácil sin duda, crear es lo difícil, tómese en el contexto que se tome, tirar abajo una casa es fácil, hacerla es lo difícil, destruir el parecer de otras personas nunca me a costado, pero cambiarlo sin duda nunca logre.
Sigo con lo mismo una y otra ves, lamentablemente sin llegar a un acuerdo, el post que una vez quise hacer no toma forma solo se aleja, intento recordarlo pero no puedo, lo recuerdo pero no logro armar, lo armo y se destruye.
Pero por fin la paz, la destrucción, la inhibición o el miedo, llámese como se llame el post no existe. Solo han quedado unos párrafos descolgados e insignificantes cumpliendo el único fin de darme lugar a seguir pensando.
Espero que nadie comprenda en realidad lo que e querido expresar en este post.